La conexión intercultural está cada vez más presente en la educación porque conecta las culturas y tradiciones en el aula de clase y la comunidad global, además de promover la igualdad y la inclusión, así como de enfatizar la importancia de la diversidad cultural y la aceptación de los demás.
La educación infantil no es una etapa educativa destinada exclusivamente al cuidado y custodia de los niños, sino que es una oportunidad importante para contribuir a adquirir aprendizajes curriculares y vitales necesarios para su desarrollo académico-escolar, así como potenciar los valores esenciales que favorecen su inserción social y el establecimiento y mejora de la relaciones interpersonales dentro y fuera del aula.
Autores como Zapata, Dalouh, Cala y González, (2017) ponen de manifiesto la necesidad de que la enseñanza de una educación basada en la interculturalidad en los centros educativos se haga desde edades bien tempranas como en el caso de la Educación Infantil, puesto que a estas edades ya tienen presentes diversas experiencias de socialización pudiendo presentar incluso actitudes de rechazo hacía 473 alumnos de distinta raza, etnia o cultura, debido a las influencias familiares.
González Visco (2011) afirma que “la educación intercultural es muy importante en educación infantil ya que promueve el concepto de igualdad y cooperación entre personas de culturas y países diferentes entre otras muchas cosas. Su importancia ha generado cada vez más su interés por trabajarlos desde muy temprano en los niños y niñas de educación infantil, para que estos crezcan y se desarrollen en la normalidad” (pág 34).
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